Srebrenica
Entre 1992 y 1995, alrededor de 40.000 bosnios musulmanes se resguardaron del avance y asedio serbobosnio en Srebrenica. Eligieron el entonces “enclave protegido” de Bosnia Oriental para sobrevivir, pero se dirigían sin saberlo a un agujero en el que vivirían hacinados y del que no podrían salir mientras el resto del país se desangraba a causa de la guerra. Finalmente, el 11 de julio militares serbobosnios entraron en Srebrenica y perpetraron el mayor genocidio en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Murieron 8.372 personas.
Aquel fatídico día, mientras miles de mujeres y niños se refugiaron en la antigua fábrica de baterías que las Fuerzas de Protección de las Naciones Unidas (UNPROFOR) utilizaron como base en la localidad de Potočari, alrededor de 15.000 hombres, la mayoría civiles, huyeron atravesando las montañas en dirección a la ciudad de Tuzla.
En la actualidad, frente aquel conjunto de fábricas, se encuentra el memorial de Potočari, un gigantesco cementerio inaugurado en 2003. Desde entonces, el 11 de julio se celebra un funeral colectivo en recuerdo de los cuerpos identificados durante el año anterior y se recuerda a todas las víctimas. A día de hoy el memorial de Potočari alberga las tumbas de las casi 7.000 víctimas de la masacre ya identificadas.
Durante algunos días, cientos de familiares y miles de peregrinos de todos los rincones de Bosnia y de otros países llenan las calles de esta localidad montañosa, devolviéndole por momentos la mayoría musulmana que tenía antes de limpieza étnica. No obstante, durante el resto del año, los serbiobosnios conforman la mayoría y, desde 2016, también gobiernan.
Srebrenica simboliza el dolor de los musulmanes bosnios, pero también refleja las diferencias que permanecen enquistadas entre estos y los serbobosnios, cuyos líderes siguen negándose a reconocer la existencia del genocidio. Un cuarto de siglo después, las heridas de la guerra de Bosnia continúan sin cicatrizar y son muchas las personas que ni olvidan ni perdonan.
Los funerales del pasado 11 julio de 2020 estuvieron marcados, además por el 25º aniversario, por la crisis sanitaria desatada por la pandemia de la Covid-19. Una situación que, sin embargo, no frenó a las personas que quisieron conmemorar tan simbólica fecha.
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